TAREISMO

El Tareísmo es un término denominativo que involucra una serie de acciones el énfasis desproporcionado en las actividades complementarias al aprendizaje escolar y, en la mayoría de las situaciones, se caracterizan por su extensión en el tiempo constituyéndose en estrategias como repetición, copia y ejercitación excesiva. Los resultados del Tareísmo son poco efectivos y afectan el proceso de enseñanza – aprendizaje de los estudiantes cuyos desarrollos académicos se ven afectados significativamente en la mayoría de los casos.

En principio, la educación cambia constantemente y sus enfoques, así como el desarrollo académico. Si la escuela contribuye al proceso de sociabilización de los niños, entonces es importante que en su tiempo se les permita realizar otras actividades igual de importantes y enriquecedoras para la personalidad y comunidad de los destinatarios.

En este sentido cuando los estudiantes hacen la tarea para cumplir, es decir, para llenar la  hoja, no es una acción significativa que garantice el aprendizaje. Entonces, si el trabajo es satisfactorio y genera aprendizaje, es porque el niño comienza a preguntar, a pedir más información, se promueve la creatividad y la investigación. Si embargo, si solo calla y entrega el cuaderno, para que el maestro le ponga una calificación, significa que la situación de enseñanza – aprendizaje se limita a esa circunstancia y no trasciendo a conocimientos significativos.

¿Y qué se puede hacer en estos casos?

Lo más importante es orientarlos a que estas labores excesivas no afecten el descanso adecuado mediante  la deculpabilización y desvictimización sobre las tareas ya que son parte del proceso de enseñanza – aprendizaje. Las tareas no fueron hechas para llenar hojas o espacios de tiempo sino que son parte de sus aprendizajes. Así mismo, es conveniente establecer que los hábitos de estudio se adquieren en el hogar y que se mejoran en la escuela, por lo que se deben de disponer de motivación, espacio y tiempo para realizarlas.

Por su parte, es sabido que existen algunos docentes, y padres, que creen que el fin de semana se deben dejar más deberes. Esto trae como consecuencia que los estudiantes no puedan pasar tiempo con su familia, amigos, o aprender nuevas labores, como domésticas, culturales, deportivas, entre otras, que también son importantes o formativas dentro de la educación. En este caso, se puede acordar entre el profesor y los padres medidas para reducir el impacto físico y mental de las tareas tanto en la escuela como en el hogar.

Algunas recomendaciones.

– Dividir las tareas escolares por bloques de 30 a 40 minutos. De esta manera se podrán hacer pequeños descansos entre cada bloque concluido.

– Agrupar los cuadernos y libros por bloques. Ver cómo los bloques van disminuyendo los motiva a seguir avanzando y terminar.

– Hacer una rutina de ejercicios suaves, como saltos, estiramientos, flexiones, una caminata corta, para mejorar la concentración, oxigenar el cerebro, reducir la tensión corporal y el estrés mental.

– Establecer hábitos de estudio en el hogar que correspondan con el ritmo y capacidad del estudiante, sustentados con técnicas y estrategias apropiadas.

Por último, es importante recordar que las tareas tiene como una de sus finalidades afianzar el aprendizaje, por lo que no deben ser impuestas como sanción o medida disciplinaria, ni mucho menos como espacios para mantener controlados a los estudiantes o hijos, según el ámbito cuyos efectos serán contraproducentes.

No le sirve a mi hijo el método silábico¿Cuál será el mejor modelo para aprender a leer y a escribir?

En palabras de Kenneth Goodman, una sociedad alfabetizada hay dos formas de lenguaje—oral y escrita— que son paralelas entre sí. Ambas son totalmente capaces de lograr la comunicación. Ambas formas tienen la misma gramática subyacente. Lo que diferencia la lengua oral de la lengua escrita son principalmente las circunstancias de uso. Utilizamos la lengua oral sobre todo para la comunicación inmediata, cara a cara, y la lengua escrita para comunicarnos a través del tiempo y del espacio”. Es or ello que el resente artículo retende aproximar las competencias comunicativas en el preoceso de lecto-escritura para la vida.

Una de las principales características que diferencian al ser humano del resto de animales es, sin duda alguna, el uso del lenguaje como vehículo de comunicación e interacción. La lengua permite a las personas comunicarse a través de dos variantes que se configuran según el medio utilizado para establecer la comunicación; es decir, podemos distinguir entre el uso oral de la lengua y el lenguaje escrito.

Lenguaje Oral

Está formado por sonidos. La expresión oral es espontánea y natural y está llena de matices afectivos que dependen del tono que empleamos y de los gestos; por eso tiene gran capacidad expresiva. Se utiliza un vocabulario sencillo y limitado y normalmente está lleno de incorrecciones como frases hechas (muletillas) y repeticiones.

La lengua oral se caracteriza, fundamentalmente, por ser espontánea, dinámica e interactiva; es decir, el acto comunicativo que tiene lugar no ha sido pensado con anterioridad y se va desarrollando en ese preciso instante.

Otro elemento definitorio de la lengua oral es el predominio de un vocabulario básico y, en muchas ocasiones, coloquial. Cuando hablamos, empleamos un léxico informal y repetitivo (son muy frecuentes las muletillas y las frases hechas), fácil de comprender por nuestro interlocutor.

En la misma línea que el vocabulario, la gramática más frecuente en la lengua oral es de carácter no estándar. Así, es más probable cometer errores de concordancia o dejar las frases a medias, puesto que se trata de un diálogo espontáneo, que va construyéndose en el momento mismo de la interacción. Suele ser frecuente el uso de oraciones simples desde el punto de vista sintáctico en detrimento de construcciones gramaticales más complejas con oraciones largas.

Lenguaje escrito

Está formado por letras. Es menos expresivo y espontáneo y carece de gestos; por eso es más difícil expresar lo que queremos. Se puede usar un vocabulario más extenso y apropiado ya que da tiempo a pensar más y se puede corregir si nos equivocamos.

El lenguaje escrito se caracteriza porque requiere de una planificación previa; es decir, primero pensamos y decidimos sobre qué vamos a escribir y a quién y, a partir de ahí, recurrimos a un lenguaje específico. Por esta razón, la lengua escrita es ordenada, formal y, generalmente, más neutra.

El léxico recurrente en la lengua escrita es un vocabulario especializado, puesto que se emplean palabras más técnicas y apropiadas al tema sobre el que se está escribiendo. Así mismo, aparecen más sinónimos con el objetivo de evitar que la lectura del texto resulte aburrida y repetitiva y también abundan los adjetivos, que son los encargados de describir y detallar lo más exactamente posible aquello que se quiere transmitir.

Es importante tener en cuenta que el receptor únicamente dispone del texto escrito para entender el mensaje y, por tanto, este debe estar redactado de manera clara, ordenada y adecuada. Por ello, la gramática suele ser más elaborada, con frases más largas y específicas sobre el tema a tratar, ya que previamente ha sido planteado.

Situaciones del Lenguaje

Cuando acudimos a una tienda para comprar un regalo, llamamos por teléfono a un amigo o saludamos a un vecino en la calle estamos utilizando la variante oral del lenguaje. Hablar correctamente. Hablar despacio y con un tono normal. Vocalizar bien. Evitar muletillas. Llamar a las cosas por su nombre evitando abusar de «cosa», «cacharro», «chisme», por ejemplos. Evitar palabras como «tío», «guay, «chachi», entre otros. Utilizar los gestos correctos sin exagerar.

En cambio, cuando escribimos una carta al periódico, redactamos un trabajo académico o bien enviamos un correo electrónico, estamos empleando la variante escrita del lenguaje. Para escribir bien. Hay que leer mucho. Cuidar la ortografía. Un texto con faltas es algo bochornoso. Leer lo que hemos escrito y poner cuidado en que los puntos coincidan con el final de las oraciones. Si lo que se lee no tiene sentido hay que corregirlo. Consultar el diccionario para usar las palabras correctas. No repetir palabras como «entonces», «pero», «y», por ejemplos.

Competencias Comunicativas

Nos comunicamos a diario con los demás y con nuestro entorno. Por eso, saber emplear estas habilidades es fundamental para el crecimiento personal y para el crecimiento social. Las competencias comunicativas, según D. H. Hymes, creador de este concepto, son el conjunto de aptitudes que permiten una comunicación adecuada. Para ello, el individuo se vale de todos los sistemas de signos de su comunidad sociocultural.

Aspectos a considerar  en la escogencia de un modelo de enseñanza de Lectura y Escritura.

Los modelos de enseñanza de la lectura y escritura son aquellos esquemas interpretativos que proporcionan criterios y pautas de actuación para guiar el proceso de aprendizaje.

  1. Crear un ambiente donde los niños y niñas convivan con la lectura y la escritura desde pequeños.
  2. Enseñar a darle utilidad a las múltiples posibilidades de la lectoescritura, para despertar el interés por conocer las letras.
  3. Proporcionar situaciones para aprendizajes relacionados, en lugar de aprendizajes aislados.
  4. Leer en voz alta a los pequeños desde un primer momento.
  5. Escribir conjuntamente con ellos transformando esta tarea en una actividad lúdica compartida para que se vean acompañados en el proceso de aprendizaje y se sientan con interés y motivación.
  6. Relacionar la lengua oral con la lengua escrita. Haciendo énfasis los diferentes sonidos y en como las letras se colocan para dar lugar a esos sonidos dándole sentido al conjunto de símbolos.
  7. Animar al niño a experimentar leyendo y escribiendo. Ya que es una de las bases del aprendizaje.
  8. Tener en cuenta la edad y el nivel de desarrollo de cada niño cuyos aprendizajes son personales porque cada persona los construyendo a su propio ritmo.
  9. Valorar los aciertos más que los errores. Resaltar lo ositivo apalanca las posibilidades de superanción y confianza en la persona.
  10. Usar materiales del medio ya que hace que los niños vean la lectura y la escritura presentes en todo lo que les rodea.
  11. Conversar sobre la lectura y la escritura como un tema común de manera espontáneas e informales.

Conclusiones

  • El mejor modelo es que se adapta a sus canales de aprendizajes.
  • El modelo más adecuado es el que lleva al niño a la asociación entre Fonema y Grafema, priorizando el canal oral donde se identifica la unidad mínima del sonido del Habla, esta unidad mínima es el Fonema (Sonido).
  • El diseño del método de lectura y escritura se debe adatar a las necesidades y oportunidades del niño y de su entorno social.
  • Consolidación de Hábitos y Actitudes ara la Vida.
  • La Lectura como la escritura siempre a existido, por lo que su origen es extraescolar.
  • La Lectura como la escritura existe inserta en múltiples objetos físicos en el ambiente que rodea a la persona desde la temprana infancia.
  • Los niños intentan comprender qué son esas marcas gráficas, cómo ven en los objetos, cuáles son aquellos actos en los que los adultos significativos las utilizan.

Fuentes:

http://roble.pntic.mec.es/~msanto1/lengua/oral.htm

https://cmplenguayliteratura.wordpress.com/curso-0809/3%C2%BA-eso/1%C2%AA-evaluacion/contenidos/lengua-oral-y-lengua-escrita/

https://www.unprofesor.com/lengua-espanola/diferencias-entre-lengua-oral-y-escrita-1705.html